quarta-feira

En 1937, la yerba fue introducida en la Ley Harrison de Narcóticos. Las autoridades afirmaban que la yerba es una droga adictiva, que su uso es perjudicial para mente y cuerpo, y que hace cometer delitos a quien la usa. Estos son los hechos: la yerba no es adictiva. Uno puede fumar yerba durante años y no experimentará ninguna molestia si de pronto deja de hacerlo. He visto fumetas en la cárcel y ninguno de ellos mostraba síntomas de carencia. Yo mismo he fumado yerba durante quince años y nunca sentí molestias cuando dejaba de hacerlo una temporada. La yerba es menos adictiva que el tabaco. La yerba no daña la salud. De hecho muchos de los que la fuman aseguran que aumenta el apetito y tonifica el organismo. No conozco ningún otro producto similar que incremente el apetito.
En una ocasión suprimí el habito de droga con yerba. El segundo día después de dejar de pincharme fui capaz de comer. Por lo general, cuando dejo de pincharme soy incapaz de comer unos ocho días. La yerba no empuja a nadie a cometer delitos. Jamás he visto que nadie se pusiera agresivo bajo la influencia de la yerba. Los fumetas son muy sociables. Demasiado sociables para mi gusto. No puedo entender por qué la gente que asegura que la yerba induce al crimen no exige que se prohíba también el alcohol. Todos los días se producen crímenes cometidos por borrachos que no obrarían así estando sobrios.

Se ha hablado mucho de los efectos afrodisíacos de la yerba. Por alguna razón, los científicos se niegan a admitir que la yerba sea afrodisíaca, y muchos farmacólogos dicen que “no hay pruebas para mantener la creencia popular de que la yerba posee propiedades afodisíacas”. Yo puedo asegurar que la yerba es un afrodisíaco y que el sexo es más agradable bajo la influencia de la yerba que sin ella. Cualquiera que haya usado buena yerba verificará esta afirmación.

Se oye decir que la gente se vuelve loco por usar yerba. Hay, es cierto, una forma de locuara causada por el exceso de la yerba. Este estado se caracteriza por ideas de referencia. La yerba que se puede obtener en los Estados Unidos no es lo bastante fuerte como para enloquecer a uno y las psicosis producidas por yerba son muy raras en este país. La psicosis inducida por yerba se corresponde más o menos con el delírium tremens y desaparece cuanto la droga se suprime. El que fuma unos cuantos cigarrillos al día no tiene más posibilidades de volverse loco que un hombre que tome unos cuantos cocktails antes de las comidas.

Bill Lee, Yonki (Fragmento)