sábado

El lobo estepario

Dentro de todo, por lo menos, nuestro Lobo Estepario descubrió en su interior la duplicidad fáustica, comprendió que la unidad de su cuerpo no se conduce con una unidad del alma, sino que -en el mejorde los casos- él apenas se encuentra en camino,en una larga peregrinación, hacia ese ideal armónico. No quiere ganarle al lobo que lleva adentro y convertirse totalmente en hombre, ni renunciar al hombre para vivir como lobo una vida entera y sin desgarros. Es probalbe que nunca haya observado a un lobo de verdad: habría visto que los animales tampoco tienen un alma única, que en ellos -detrás de la forma bella y firme del cuerpo- también habita una multiplicidad de anhelos y estados, que al lobo también los acosan precipicios, que también sufre. No, con la idea de "volver a la naturaleza" el hombre toma siempre por un camino errado, penoso y desperanzado. Harry jamás podrá ser de nuevo todo un lobo y, si lo lograra, se daría cuenta de que el lobo tampoco es sencillo y primario, sino múltiple y complicado. El lobo también lleva dos o más almas en su pecho lobuno quien desee ser uno incurre en el mismo olvido que la persona que canta "Oh, bendito quien aún es niño". La persona simpática pero sentimental que canta esto también quiere regresar a la naturaleza, a la inocencia, a los comienzos y olvida por completos que los niños no son en absoluto benditos, que son capaces de grandes conflictos, de muchas ambigüedades, de todas las penas.
Ningún camino lleva de vuelta al lobo ni al niño. En principio de las cosas no hay inocencia ni simplicidad; todo lo creado incluso lo que parece más sencillo, ya sea culpable, múltiple, ya fue arrojado a la corriente sucia del devenir y nunca más, nunca más podrá nadar corriente arriba. El camino hacia la inocencia, hacia lo no creado, hacia Dios, no lleva para atrás, sino para delante, no lleva hacia el lobo o el niño, sino cada vez más adentro de su culpa, cada vez más profundo hacia el hacerse hombre. ¡Pobre Lobo Estepario! El suicidio tampoco te será una gran ayuda; para hacerte hombre tendrás que recorrer el camino más largo, más pesado y duro, tendrás que multiplicar tu duplicidad, complicar mucho más tus confusiones. En lugar de angostar tu mundo y simplificar tu alma, tendrás que admitir cada vez más mundo -al final, al mundo entero- en tu alma dolorosamente ampliada para llegar tal vez, algún día, al final, a la paz. Este camino fue recorrido por Buda, por cada persona grande; algunos lo hicieron de manera consciente, otros no, tan lejos como los llevó la suerte de su aventura temeraria. Cada nacimiento significa una separación del universo, una delimitación, un alejamiento de Dios, un doloroso hacerse de nuevo. Y regresar al universo, disolver la penosa individuación, convertirse en Dios, significa lo siguiente: haber ampliado tanto el alma que pueda abarcar otra vez al cosmos.
Aquí no estamos hablando del hombre que conoce la escuela, la economía nacional o la estadística, ni de aquel que camina de a millares por las calles y del que no podemos atrapar más que lo que hacemos con la arena junto al mar o con la espuma en la rompiente. Un par de millones más o menos no importan, son material, nada más. No, nosotros hablamos del hombre en su sentido más elevado, de la meta que espera al final del largo camino de hacerse hombre, del hombre magnífico, inmortal, El genio no aparece en ocasiones tan contadas como pensamos; claro que tampoco es tan común como pretenden las historias de la literatura o del mundo o, peor aún, los diarios. El Lobo Estepario Harry, creemos, poseería genio suficiente como para intentar el desafío de convertirse en hombre, en lugar de escudarse quejoso, ante cada dificultad, en su tonto lobo.

terça-feira

te convido a creerme cuando digo futuro





Te convido a creerme cuando digo futuro
si no crees mi palabra, cree el brillo de un gesto
Cree en mi cuerpo, cree en mis manos que se acaban.
Te convido a creerme cuando digo futuro
si no crees en mis ojos, cree en la angustia de un grito
cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia.

Hay veinte mil nuevas semillas en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados, hay el hombre y la mujer.
Los hierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.

Hay un país en rocas y ruinas bajo otro país de pan
hay una madre que camina codo a codo con su clan.

Los hierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.

Hay cuatro niños ahora mismo sonriendo en una plaza
y en las trastienda de una bala un militar que no ha dormido

Y aquella linda muchachita vuelve a recortar su saya
sí es importante desde un niño hasta el largo de un vestido.

Los hierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.

Yo te convido a creerme cuando digo futuro